2 de enero de 2016

1ª VUELTA

Reconozco la estirpe de los falsos maestros,
ya ni siquiera ignoro lo avieso de su plan.
Pero no son culpables del fango de este charco,
ellos sólo disfrutan en ciénagas cedidas,
regaladas con gusto por quienes las cuidaron,
las viejas academias, los ilustres colegios,
las lerdas facultades, la ignominia togada,
la testa coronada y el púlpito indecente,
que disfrutan, sonríen y hasta se regocijan,
escuchando esas flautas que ellos no seguirán.