A punto de mediar el mes de Agosto, pasado ya el día octavo del olímpico año, y mirando maletas y mochilas, chanclas y bañadores, toallas y camisetas, pensaba, cosa extraña, en los viajes, en su permanente posibilidad y en su imposibilidad perpetua.
Quiero irme a ver el mar, a pasear por la arena, a escuchar un rumor repetitivo mientras se oculta el sol, y al abrir un cuaderno que llevaré conmigo, aparecen, seguro que no por casualidad, unos casi olvidados versos:
¿Porqué viajar? Se llega siempre aquí...
¿Para qué perseguir las alboradas?
Si ellas solas, sin más, vienen a mi.
4 comentarios:
como la alborada sea gallega...
Cuando vayas a la playa
no te olvides la toalla,
wo,wo ye ye ye yé...
Carlos Lapetra
"por la ventana escueta desfilan los paisajes, sería hermoso permanecer así, sin ir a parte alguna, viajando de un lugar que ya no existe a otro que jamás existirá"
No se de quien son estos versos pero me los has recordado.
El lunes hablo en el artículo del mano a mano. El lunes pasado le dejé en la clínica "los Alamos" el artículo que escribí en Feria.
También echo de menos
el lejano horizonte
detrás de la mar inmensa;
el sol,la espuma,el viento
el fresco de la noche...
Cielo lleno de estrellas
cangrejos por las rocas
y huellas en la arena.
(huellas que sin remedio
borrará la marea)
(este ripio es mío)
Publicar un comentario