Hace meses que parecen haberse puesto de acuerdo políticos y periodistas para utilizar el verbo compadecer solo con el sentido y significado de su forma pronominal, bien.
Pero no se compadece que ahora cualquier tipo de barrabasada cometida por uno de nuestros mediocres gestores de la cosa publica se justifique con el sintomático ardid de que no ha sido convenientemente explicado. El extremo del abuso de la tomadura de pelo se lo he escuchado esta misma mañana a un catedrático de Ciencias Políticas analizando los resultados de las elecciones a Representantes de ayer en los EEUU y que desde su soberbia e inocente opinión el varapalo recibido por Obama y los demócratas se debe simplemente a que ni el Presidente ni sus portavoces han conseguido comunicar con eficacia sus medidas políticas. No se compadece.
1 comentario:
Se padece con
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