26 de diciembre de 2010

POR LEER




Caracolean, como siempre..."No era más que otra mentira puesta en su boca y José mentía con la habilidad del que conoce a fondo el alma del embuste".


Una noche de Cazalla y trueno Caracol había despreciado su cante (vamos Caracol y todos los que de verdad le escuchasen) y como ya se sabe que en esta vida hay que saber elegir dueño, pues, en eso, y sólo en eso, consiste la irreal Libertad de los esclavos,...José eligió cantarle a un cuadro de niñas y cantando en solitario a los suspiros de las hembras estas expresaron su ambiente...Y a la ya salida... casi todas con el monedero babeante..."al igual que un saco de cabrillas", dijeron para si sentirse secas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace ya años, cuando publicó su trabajo "Calle Real" -¡qué bueno Carles Benavent!-tenía yo el cassete puesto a "tó vó" después de ducharme;mi padre,nacido en 1918 en C/Galván nº4(eso ¿poraónde cae, iíoo?)al oírlo, entró en mi habitación y me preguntó:"¿ese es el de la Isla, tan famoso?...cantando así, no durará mucho;fuerza demasiado..."
Ni he visto la película, ni leeré este libro;pero si sé dónde están la Venta de Vargas, los esteros de Sancti Petri y el puente Suazo-de donde no pasó Napoleón.

Paola Mc.Cartney