Sabe lo que sabe y lo que no sabe,
dos certidumbres: la una en los labios,
los ojos ven la otra, el corazón la siente.
Agarrada a los labios la sed que no calmará agua ninguna.
Tal vez el aire que viene de un recuerdo
una vez;
Tal vez los ojos que han visto algo
una vez;
la mano ha sentido otra mano
una vez;
ha palpado en la sombra
una vez;
¡Oh memoria, una vez
tuvieron en su mano la llave;
una vez,
fue a abrir la cancela;
soñó desde unos brazos,
una vez.
Y se quedó quieto.
J.A.M.R.
2 comentarios:
En artículo de Andrés Trapiello en "El País" y el de Manuel Alcantara en recuerdo de Muñoz Rojas son muy buenos.
Le tenían preparado un cumple institucional, para nada de su estilo, más para Caballero Bonald, y se ha ido elegantemente antes.
Un abrazo grande
Haré una porra con tropezones de jamón para celebrarlo.
La Niñata de Antequera
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