En un artículo de 1951, "Nota sobre Bernard Shaw", J.L.B. nos advierte que la concepción de la literatura como juego formal conduce, en el mejor de los casos, al buen trabajo del periodo y la estrofa, a un decoroso artesano (Johnson, Renan, Flaubert), y en el peor a las incomodidades de una obra hecha de sorpresas dictadas por la vanidad y el azar (Gracián, Herrera y Reisig). En mi opinión y en la actualidad, a Gracián, no podría antecederle otro que Trapiello, y tras Reisig, tal vez pudiera figurar Javier Marías.
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1 comentario:
Todos los Pedros dan su pedrada.
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