1 de marzo de 2008

REINCIDENCIAS DE POCO PELO (QUEVEDESCAS)

Buscaba yo, no sé bien que buscaba, y el azar quiso se dejase entrever muy poca cosa, un poco, un rastro, un trozo de de la porción de sus cabellos, del rastro de la piel del que partieron...


"Calvo que disimula con no ser cortés"

Catalina, una vez que mi mollera
se arremangó, le sucedió...¿Direlo?
Si, que no se la pudo cubrir pelo,
si no se da a casquete o cabellera.

Desenvainado el casco, reverbera;
casco parece ya de morteruelo;
y, por cubrirle, a descortés apelo,
porque en sombrero perdurable muera.

Porque la calva oculta queda en salvo,
aventuro la vida: que yo quiero
antes mil veces ser muerto que calvo.

Yo no me he de cabellar por mi dinero:
y pues de la mollera soy cuatralbo,
sirvame de cabeza mi sombrero.


De estos como siempre comedidos versos de don Francisco, que podemos encontrar (siempre que busquemos lo que no bebiésemos) en la página 528 de la edición del profesos Blecua, le recordaran en vespertinos programas (otros modos y otro público televisivo), aprendió a estar cubierta, no su cabeza bajo una pamela, otra distinta y nueva Catalina, ya en épocas contrarias a alegrías (donde hay pelos las hay), por más que yo miré, yo no lo vi, eso si por los pelos, allí estaba bajo el cuidado cesped .

1 comentario:

Anónimo dijo...

Umió y Covergència, LLeida y Duran, el ove de Dalí.

Els Quatre Cats.