Como no del todo desconozco la afición de los del rojo gargoleo por remover la estercolada tierra en busca de cosas de singular y extraordinaria calidad, primor o gusto en su especie (exquisitez y delicatesen son casi sinónimos) voy a encaminarles a otra de las sendas de la estética de los exquisitos cadáveres.
Atajo al cementerio (sólo para aquellos que lleven prisa):
http://blogs.periodistadigital.com/cartasaldirector.php/2007/07/22/polanco_prisa_cebrian9785
* - Me recuerdan que la RAE nos ofrece al menos dos acepciones de exquisitez, una la consabida cualidad de exquisito y otra el remilgo, la actitud o postura excesivamente delicada, aunque pienso que esta segunda no es aplicable a los desenterradores.
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