11 de diciembre de 2007

PEQUEÑOS AJUSTES

El singular cambio horario que a partir del pasado día 9 rige en Venezuela -un retraso de media hora- con el que el gorila dirigente de ese macro-parque del Tempul, con depósitos de petróleo en vez de agua, pretende mejorar el metabolismo de los moradores de sus jaulas y aportarles "una pequeña cuota de felicidad", no me parece en el fondo una de las más descabelladas o incoherentes medidas a las que nos viene acostumbrando.
Venezuela, cuya hora se había fijado por el meridiano -04:00 GMT desde hacía más de 40 años, ha pasado a usar el -04:30 GMT, una medida promocionada como beneficiosa para la salud, principalmente entre la comunidad escolar. Aunque la iniciativa estaba prevista para el próximo enero, el Gobierno ya adelantó su implantación a septiembre, los lunes 17 y 24, pero después en ambas ocasiones tuvo que ser suspendida alegando que no estaban listos los requisitos internacionales para el ajuste, que entró definitivamente en vigor a las 03:00 hora local del pasado domingo 9-12-2007, aprovechando la baja actividad comercial y para evitar confusiones en la población.
La medida sitúa al país petrolero en un uso horario exclusivo, en el que no coincidirá con ningún otro país. Además, con esta medida, Venezuela se une a los pocos países que fraccionan su hora oficial como Irán, Afganistán, Birmania y Nepal. Socializar la luz, de esta forma jacarandosa han definido la iniciativa algunos de los asesores y palmeros del mandatario venezolano.
Esto podría recordarnos la despedida del S XIX aquí en España, que entre tristes escenas de repatriados de Cuba y Filipinas, con el fin del año, a las cero horas del 31 de diciembre de 1900 todos los relojes fueron inmovilizados durante ocho minutos y cuarenta segundos, a fin de ajustar la hora española a la del meridiano de Greenwich. Durante ocho minutos cuarenta segundos no existió tiempo oficial. Pasado este breve intervalo todas las campanas repicaron, se dispararon cohetes y petardos y sonaron las sirenas de los barcos para dar la bienvenida al siglo veinte.


* Algún día prometo contarles los maravillosos y determinantes sucesos ocurridos durante ese corto periodo de inexistencia de tiempo oficial en España y su triste y nefasta influencia sobre nuestros autóctonos castores, los ahora sustituidos por otros de germánica procedencia y, como no, de muy distinto y más desapacible carácter. No he podido dejar de recordar, al colgar esta entrada, el más reciente cambio de siglo, que entre alguna minoritaria oposición, se celebró el 31 de diciembre de 1999 y no del 2000, y que a mi me sobrevino por tierras catalanas, en Arenis de Mar más concretamente, del que recuerdo con agrado la despedida de una amable señora que regentaba un café en el Rial, que al abandonar el local aquella noche me dijo estas tiernas palabras: " Feliç cap d´any, bon mil-lenni". De no haber más valientes y drásticos ajustes horarios dudo volver a escuchar parecida despedida.

2 comentarios:

Jaime Garcigonzález dijo...

De todas formas , ahora seguimos teniendo una hora de más con respecto al meridiano , que pasa cerca de Barcelona y de Valencia . Y no sé exactamente la razón , pero creo que fue el gobierno de la 2ª República . Añadir que el cambio de año , siglo y milenio que los estamentos oficiales ( incluído Jesús Hermida )vendían , no se produjo cuando ellos decían (31-12 -1999 )sino el 31 de Diciembre de 2000-si la suma que me enseñaron sigue todavía en vigor : del año 1 al 100 cuenta un siglo; el siguiente empieza en el 101 y así sucesivamente .El siglo XXI empezó el 1 de Enero de 2001 y no de 2000 como pretendieron ( y lograron) vender.

Anónimo dijo...

El primer minuto es desde el primer segundo, es decir desde 0.00 hasta el 59.99.

El año 1 fue el primero, así también el siglo primero.
Es decir el siglo XX lo fue desde el año 1901 hasta el 2000. El primer año del siglo XXI es 2001.

Si se vendió la entrada del nuevo siglo y milenio en el 2000 solo tuvo motivos mediáticos y comerciales.
Así lo entiendo.
Saludos.