Faltan dos días para la manifestación convocada por el PP en contra de las medidas de gracia concedidas por el Gobierno al etarra de Juana y mucho me temo que les va ha salir el tiro por la culata, ya que no saben moverse con desenvoltura en estas lides, la agitación social la maneja mucho mejor el PSOE, les viene de su tradición celular y revolucionario-totalitarista. Las personas de ideología liberal no son propensas al gregarismo, tienden a la individualidad en el análisis.
Además el trasfondo del problema es la concepción de la idea de España como Estado, y en un tema como este no se puede ir de la mano de la Iglesia y de sus poderosos medios de comunicación, que por paradójico que pueda parecernos ha atentado cuanto ha podido contra la idea de España durante siglos. Si las ideas del Humanismo Cristiano fueron el principal argumento aglutinador de los Reinos españoles, una vez conseguida esta unidad, el incipiente Imperio tuvo como uno de sus mas, si no el principal y fundamental objetivo, la universalización de las ideas católicas, y sorprende y asombra como paralelamente al esfuerzo de la Corona española de ir entregando territorios, continentes, al Orbe Católico, la política pertinaz de la jerarquía eclesiástica ha sido durante siglos la de atentar, de forma abyecta y traicionera en muchas ocasiones, contra la integridad y la identidad del Estado español.
Una de las últimas y sin duda mas nefanda de estas actuaciones ha sido darle un apoyo y una colaboración, sin el cual posiblemente no existiría, al mas anacrónico, absurdo y descerebrado de los nacionalismos aldeanos, el vasco, íntimamente relacionado desde los postulados de Sabino Arana apoyado ya por el clero vasco, pasando por la connivencia de los seminarios en el germen de lo que se iría trasformando para llegar a ser la ETA, hasta los actuales y repetidos apoyos de la jerarquía vasca a toda barrabasada proveniente del nacionalismo abertzale.
Solo desde el liberalismo intelectual, político y laico, que debe separar a una derecha moderada de los grupos de reminiscencia fascista, no podemos olvidar que el Fascismo y el Nazismo son hijos y herederos de las tesis marxistas ya superadas y no de las liberales, aún vigentes. Únicamente así podremos avanzar hacia el futuro y hacer que permanezca existiendo la idea de España, que es lo que en el fondo esta en juego en estos momentos decisivos.
Pedro Antonio Oteo Barranco
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