Alexander Solzhenitsin, que fuera galardonado con el Nobel en 1970, acaba de recibir de manos de Vladimir Putin el Premio Estatal de Rusia, esto nos debería hacer reflexionar sobre la utilización política de los galardones, aparte de la calidad literaria de la obra del autor.
Solzhenitsin ya no es peligroso, el premio ha tenido que recogerlo su mujer, pues él se encuentra postrado en cama por enfermedad desde hace varios años.
Cuando la Academia sueca le otorgó el Nobel, más que premiar su obra lo que hacía era denunciar la falta de libertades del régimen soviético y Putin ahora al galardonarlo pretende defender al suyo, igual de perverso y tenebroso que el anterior.
En un reciente articulo del magistral Jorge Edwars, sobre la realidad actual rusa, a partir del asesinato de la periodista y escritora Anna Politkoustiaya, dejaba patente como pudieron tener mas libertad autores como Isaac Babel, Osip Mandelstam, Mijaíl Bulgakov ( de él que recomiendo a todos los que aún no lo hayan hecho la lectura de "El Maestro y Margarita" para mi deliciosa y extrañamente divertida) y el propio Alexander Solzhenistin o Boris Pasternak en plena dictadura stanlinista que los actuales autores rusos en la pseudo-democracia de Putin (recordemos el asesinato de la Politkoustiaya todavía sin aclarar).
En fin, desconfiemos siempre de los premios y recordemos que el mas grande autor del siglo XX descansa en Ginebra sin que jamás le concediesen el Nobel y ese galardón no añadiría nada a su obra.
PEDRO ANTONIO OTEO BARRANCO
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