a un lugar muy tranquilo,
a un valle sosegado
me gusta verte así,
dormida y a mí lado.
Me gusta cuando duermes
porque estando presente,
me recuerdas a Pablo
y a su amiga la ausente.
* -Pido perdón al de Parral, pues por la bella durmiente creo haber sido indultado mediante una sonrisa al despertar, que sin llegar a carcajada que es lo que merecerían los ripios, podría interpretarse como indulgencia plenaria, conociendo su habitual carácter matutino.
En casa del jabonero, el que no se cae, resbala.
2 comentarios:
Había una niña perdida en los Andes que no paraba de llorar(chorar):Se encontraba en el cerro(serro)Aconcagua y en momento de iterrupción de su llanto se dijo:si salgo rodando pa este lado(argentina)seguro que encuentro un psicoanalista que me consuele.La nena conocio a unpibe lunfardo,tanguista,pero no porque cantara tangos sino por tangarse tol rato.Así que ella empezó a chorar otra vez,tanto que la pishó la polisía,¿oiste?
oí, pero soy más de la milonga,
tanguista.
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