"Tomad a partes iguales raíces de cohombro salvaje y de narciso, hacedlas secar a la sombra y reducidlas a polvo muy fino, echándolas luego en infusión con aguardiente. A los dos días os lavaréis con este preparado hasta que empiecen a borrarse las manchas, y luego con agua fresca. Este tratamiento debe seguirse todos los días hasta la perfecta extinción de las manchas, que no se hará esperar mucho porque este liquido es ligeramente cáustico y debe por consecuencia, quitar todas las manchas del rostro."
ligeramente cáustico..., además de continuar rubicundísimo creo estar poniéndome un tanto iracundo y comenzando a recordar a toda la parentela del tal QZUPLOTINI, santo varón.
3 comentarios:
Perdonarme cuantos podáis, si es posible, y de manera especial el ínclito Qzupoltini, comprobando detenidamente los pasos a seguir en la composición, tengo que reconocer haber errado, debe haber al menos un 51,5 % de cohombro, craso error... que no impide ni las cauterizaciones ni la iracundia.
Mi amigo el Virginiano hacía hoy referencia a Manrique y entre él y los efectos de la simpática pócima me vinieron a la mente estos versos:
Rabia terrible me aqueja,
rabia mortal me destruye,
rabia que jamás me deja,
rabia que nunca concluye,
remedio siempre me huye,
reparo se me desvía,
revuelve por otra vía
revuelta y siempre rehuye.
Viendo lo que opináis , no sé por qué coño pierdo el tiempo queriendo a tan jovial banda de mamones . . .¡a ver si respetamos a los que tenemos el metabolismo alterado! (por no decir que no sé qué poyas es eso del metabolismo)Y ahora , llorad como corresponde a lánguidas princesas y a frágiles damiselas neoclásicas , que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío. a quien nadie impuso leyes . . .(güevos , esto me suena de algo)
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