23 de noviembre de 2007

¡OJÚ, QUE CALÓ! (Y CALLADITOS QUE ES MEJOR)

Dejo a un lado, por un momento, los queridísimos libros del ciego y con la vana intención de distraerme o evadirme me acerco a unos sencillos tratados de antropología, para ver si al menos me explican en algo el disparatado comportamiento de mis semejantes, y algo explican, pero poco tranquilizan.

"La sustitución de la reciprocidad por la búsqueda competitiva de status hizo posible que poblaciones humanas más extensas sobrevivieran y prosperaran en una región determinada. Sin duda la cordura por la que todo el proceso por el que la humanidad fue embaucada para trabajar mucho más con vistas a alimentar más gente en niveles de bienestar material sustancialmente iguales o incluso inferiores a los que gozan pueblos como los esquimales o los bosquimanos, es perfectamente cuestionable. La única respuesta a este desafío es que muchas sociedades primitivas rehusaron a aumentar su esfuerzo productivo y no lograron incrementar la densidad de su población precisamente porque descubrieron que las nuevas tecnologías de "ahorrar trabajo" significaban en realidad que tenían que trabajar mucho más así como sufrir un descenso en los niveles calidad de vida. Pero la suerte de estos pueblos primitivos estaba ya echada tan pronto como alguno de ellos -no importa cuán lejos estuviera situado- cruzara el umbral de la redistribución y alcanzara la estratificación total de clases que se encuentra más allá de éste. Prácticamente todos los cazadores y recolectores reciprocitiarios fueron destruidos o desplazados forzosamente a zonas apartadas por las sociedades más poderosas y más grandes que maximizaban la producción y la población y estaban organizadas por clases gobernantes. En el fondo esta sustitución fue una cuestión de la capacidad de las sociedades más grandes, más densas y mejor organizadas para derrotar a los cazadores y recolectores simples en un conflicto armado. Se trataba de trabajar más o de perecer."





- Simpático, esclarecedor y esperanzador el análisis de amigo M. Harris, sobre el que supongo volveremos, hay tema.

1 comentario:

Jaime Garcigonzález dijo...

No entiendo nada de nada . ¿ Y eso pa qué lo hacen ? Y no sólo " lo hacen" sino que obligan a todo quisque a seguir las normas y si no , ya sabes , MULABAO .¡ Qué boniiiiitoooooooooo! Cada día me está gustando más el cántico , oye .