12 de abril de 2008

CENICEROS A TENTEMONETE

Una de las tardes de esta pasada semana al retirarle a una buena amiga un cenicero de su mesa de trabajo, reaccionó entre sorprendida y contrariada y terminó preguntándome en tono bastante arisco: -¿Porqué te lo llevas?
Dándome la vuelta, con el cenicero en mis manos, le contesté de forma distraida y casi automática: -Lo tienes a tentemonete de colillas.
Nunca me ha molestado que se fume a mi alrededor, soy fumador empedernido, pero me desagradan y alteran los ceniceros repletos de colillas, los que conmigo han convivido conocen mi compulsión a vaciarlos y en muchas ocasiones echo de menos a aquellos profesionales, amables y discretos camareros que llevaban los ceniceros apilados en una de sus manos y con un rápido y silencioso movimiento de prestidigitación sustituían el de la mesa por otro limpio casi sin ser vistos.
Pues más o menos así he tenido durante unos días algunas cuartillas emborronadas ante mi, cargadas a tentemonete de viscerales, furibundas y malhumoradas reacciones ante actitudes y comportamientos adocenados y borreguiles que parecen ser admitidos por todos con absoluta resignación, al final han terminado junto con las colillas de los ceniceros.
Y todo discurría por una cambiante monotonía parecida a la de las madrugadas de timbas de poker, con ceniceros a tentemonete de colillas humeantes y sin camarero alguno que los vaciase, cuando de lejos, del final de una de las galerías llegó una voz que preguntaba con el tono seguro de los que están acostumbrados a ser obedecidos:
-¿Niña, tu abuelo sigue teniendo el taxi?
No escuché ninguna respuesta, pero al momento aquella misma voz ya disponía:
- Muy bien, que nos recoja, esta misma noche salimos para Cartagena.


* Espero no sea necesario decirles que la mesa de trabajo de mi buena amiga tuvo sobre ella un cenicero vacío de vuelta en cuestión de segundos. No olvido tampoco la llamada telefónica que recibí con las iracundas cuartillas aún entre mis manos y prometo mirar con lupa ese cuentahilos.

2 comentarios:

Jaime Garcigonzález dijo...

Yo me harto fumá y odio las colillas .Y a los colilleros .

Jaime Garcigonzález dijo...

Y a las colilleras , sobre todo si son de Cartagena y morenas .