15 de septiembre de 2007

REACCIÓN Y FRUSTRACIÓN

No necesariamente todo, entre el mucho papel acumulado en los agradables almacenes de los libreros de viejo, adquiere la condición de recuperable por el nimio argumento de no haberse vendido, muchas veces tenemos que admitir lo pésimo de algunos libros sin éxito comercial alguno, y hay que aceptar la posibilidad de que ciertas cajas amontonadas en garajes, por el hecho de estarlo, no sólo contengan en su interior material ilegible, sino a veces peores cosas, y ni incluso por su incapacidad comercial, son en nada recuperables, si para algo hubiesen servido habrían ido ellas sin compañía a las leñeras.

1 comentario:

Jaime Garcigonzález dijo...

En una de esas cajas amontonadas en garajes y similares (desvanes,etc.)encontré mi primer "Play-Boy".Con esas edades el hallazgo cobraba visos de aventura (pajillero-prohibida);no sé si me explico...