4 de mayo de 2008

TRES HERIDAS

Se lanzan propuestas de forma irónica y desenfadada y algo absorto comprueba uno que atendiendo solo a lo que de supuestamente igualitarias encerraban son seguidas a rajatabla dejando de lado lo que la lógica de la inteligente prevención aconseja en la aplicación de la norma abstracta al hecho particular y concreto.
Y así la indicación aparecida hace unos días en este jardín y que hacia referencia, aprovechando la ocasión de la creación del nuevo Ministerio de Igualdad, a la sustitución del arcaico "Que Dios reparta suerte" que se desean cortes y mecánicamente los matadores al salir a las plazas, por el más igualitario y solidario "Cornás pa to", fue ayer seguido al pie de la letra por los tres toreros que componían el cartel de la tercera de las corridas de la feria del caballo de Jerez. El primero de los matadores de la terna vino ya a la plaza con la cornada fresca y cosida en uno de sus muslos, y así tuvo que hacer el paseíllo sin ni siquiera poderse ceñir al cuerpo el bordado capote. El diestro que accedió a la plaza en la posición central amparado por sus compañeros por ser el de más reciente alternativa tampoco escatimó esfuerzos solidarios y ofreció su cuerpo a los pitones del burel, debido a su bisoñez e inexperiencia, en la primera de las tandas de muletazos al primero de sus toros, el tercero de la suelta.
Pero el máximo alarde de igualitaria solidaridad lo puso el espada por el que se había colgado el cartel de no hay billetes en las taquillas de la plaza, y que tras una excepcional faena, una manifestación casi perfecta de su concepción quietista del toreo, de cite de frente y de soberbia colocación y perfecto entendimiento de los terrenos de toro y torero, y al que tras doblar el animal parte del público incluso pidió le fuese concedido el rabo y que fue justamente recompensada con las dos orejas. Pues bien después de haber puesto a la plaza en pie y habernos ofrecido una magistral lección del más puro, profundo, serio y clasico toreo, en el segundo de los toros de su lote, un animal que por sus características requería una lidia eficaz, técnica e inteligente, fue y se colocó en los terrenos del toro, lo citó y lógicamente resultó cogido, tras lo que lo estoqueó y con la oreja en la mano y la sangrante herida en el cuello tomó camino de la enfermería.
Una magnífica tarde de toros, una, repito, antológica y magistral faena y un final teóricamente igualitario y absurdo de tres toreros heridos, explico lo que para mi tiene de absurda esta circunstancia: El primero de los matadores por el hecho de estar herido no debió hacer el paseíllo, el justísimo e indiscutible protagonista y triunfador de la tarde no tendría que haber pasado por la enfermería, cosa que además para mi, no sé para otros, no añade merito a su actuación. Sólo disculpo el percance sufrido por el tercero de los diestros por poco placeado y por su lógico, en este caso, menor dominio de la colocación y de los terrenos, tiempo tendrá de aprender.
Como ven y en el fondo no soy tan igualitario aunque les desee el mismo pronto restablecimiento a los tres.


Pude observar ocupando una localidad en el segundo de los palcos de la izquierda de la presidencia a una querida y buena aficionada que supongo disfrutaría tanto como yo de esta inolvidable tarde de toros, desconozco si en alguno de los bolsillos de la chaqueta que cubría sus hombros llevaría un cuentahílos, chaqueta que por cierto me recordó en lo cromático a cierto abanico decorado con dos oscuros felinos y que a ella y a mi nos trae imágenes de otra tarde inolvidable de toros y de lo que después en las Angustias aconteció, espero que ella misma nos cuente su versión de los hechos que ahora rememoro, yo prometo darles la mía cuando haya ocasión.
En una crónica que me parece también bastante ajustada a la realidad de lo ayer disfrutado y que firma José Antonio del Moral he dejado otras impresiones que pueden ser complementarias a estas, si quieren acercarse pasen:

http://blogs.periodistadigital.com/jdelmoral.php/2008/05/03/4ª-de-feria-en-jerez-avance-jose-tomas-d

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que te ha salido mal el enlace con la critica de la corrida de J. A. del Moral, pero pinchando en los archivos de mayo en la 4ª entrada está la crónica con tus comentarios con los que como no podía ser de otra manera no estoy en absoluto de acuerdo, yo fui de los que pedí el rabo en el primero y la oreja en el de la cornada.

MAHANDRY SABANDUKY

carmen dijo...

Yo también pedí rabo en el primero, es la mejor faena que le he visto, y oreja en el segundo, por seguir siendo él incluso con ese toro. No toreó para hacer méritos en ese segundo sino por la fatalidad de su destino. Yo veo algo más profundo que dejarse coger o no. No es cuestión ni de tremendismo ni de temeridad, es que él no sabe torear de otra manera.

Jaime Garcigonzález dijo...

¡Pero bueno , hombre ! José Tomás quién es ¿ Dios ? ( Bueno una ínfinitésima parte de él sí ,pero yo también lo soy y no piden las dos orejas y el rabo para mí , leches )