9 de agosto de 2007

A VUELTAS CON LA ALOPECIA

En estos largos y calurosos días de agosto la relectura de los clásicos suele, como siempre, resultar además de clarificadora, de lo más refrescante. Quevedo, como supongo a todos, siempre me ha fascinado, pero disfrutando ahora la lectura de "Los Sueños" , me ha hecho recordar conversaciones, de otros tiempos y gratas compañías, en las que unos personajes a los que el autor retrata de forma magistral y diabólica nos servían de recurrente tema, los individuos sin un pelo de tontos, ni de listos.
Con su destemplada concreción y cercanía don Francisco nos muestra y describe a estas entrañables criaturas:"Sólo un disparate hizo, que fue, siendo calvo, quitar a nadie el sombrero, pues fuera menos mal ser descortés que calvo, y fuera mejor que le mataran a palos por no quitarse el sombrero, que no a apodos porque era calvario."
En aquel primer tercio del siglo XVII los sastres que con tanto cariño son tratados por Quevedo todavía no habían perpetrado la invención, la tendrían en proyecto para esos ajuares del infierno, de un complemento ahora indispensable para estas brillantes y pulidas luminarias, las corbatas naranja fosforescente que tanto gusta de recordarme el bueno de Garcigonzalez. Pero
también a él, a J.G.G. le pueden resultar esclarecedoras las descripciones que del licenciado calabrés, tan de su interés, nos hace el de Villanueva de los Infantes.
Sueños estos que despejan y despiertan.


Dicen, y es bellaquería,
Que hay pocos cogotes salvos;
Y que según hay de calvos,
Que como hay zapatería,
Ha de haber cabellería
Para probarlos allí;
mas no han de salir de aquí.


P.S.- De las vaquitas no sé que diga nada el Señor de la Torre de Juan Abad.

2 comentarios:

Jaime Garcigonzález dijo...

Resulta que los calabreses son los naturales de Santa Eufemia,al norte de la provincia de Córdoba.Y¿sabes cuál es la fiesta principal del pueblo?:el 29 de Junio,día de San Pedro.Estoy empezando a sospechar un poco.No tanto como para quedarme calvo,pero...

Jaime Garcigonzález dijo...

Por cierto,durante el período vacacional,estos especímenes suelen cambiar sus magníficas corbatas chillonas por calzonas a media pierna,camiseta de tirantas y perilla rara,amén de algunos aderezos tales como argollas en la oreja y similares,todo ello acompañado de un armonioso chancleteo con el que amenizan las calles durante las tediosas horas de calor.En ocasiones es acompañado por alguna vaca-que no vaquita-o cabra,de muslamen y posaderas desproporcionadas y por algunos seres cabezones y bajitos-probablemente productos del cruce entre calvo y "vaca-cabra"-que le ayudan en el compás chancleteril.