¿De qué nos asombramos?

Se me ha estado pasando por la cabeza escribir sobre los últimos exabruptos propelidos por el Hipermegainmatable y las para mi extrañas reacciones que se vienen produciendo, desconozco las razones por las que nos llaman la atención estas salidas de tono en un individuo para el cual este es su natural proceder.

Pensando en la forma despótica de ejercer el poder durante cerca de treinta años a la que todos hemos contribuido de alguna manera al no atuar para impedir sus desmanes, todos debemos sentirnos un poco responsables.

Cuando a alguien se le permite que imponga su arbitraria voluntad contra toda razón durante casi tres décadas lo que realmente me sorprende es el asombro que producen sus declaraciones amenazantes, cuando todo en él son amenazas, no veladas por cierto, de las que los periodistas tendrían muchas cosas que contar, presuntos destierros y supuestas censuras incluidos.

Si alguien que cuando todavía contaba con mayorías absolutas ha tenido comandos de aspirantes a engrosar las plantillas municipales empercochando las paredes de la ciudad con pintadas unas veces en su propio apoyo y otras difamando a sus rivales, si su cohorte pretoriana, la misma que lo escoltaba cuando se preparaba para sus maratones, ha hecho callar por métodos mas que expeditivos a quienes solo habían osado criticarle sus arbitrarias imposiciones, si cuando ha prescindido de los que habían sido sus colaboradores en misiones de gobierno los ha condenado o ha pretendido condenarlos al mas absoluto de los ostracismos, social, profesional y político. ¿De qué nos asombramos?

Pedro Antonio Oteo Barranco

---