21 de junio de 2007

JOSEP PLA

Pla nunca es excesivo, nunca es colosalista, se ha dicho que tiene una medida humana del mundo. Y siente muy vivamente, muy agridulcemente, la fugacidad de las cosas. Por ello se consuela en los pequeños placeres que ayudan a olvidar -aunque no del todo- la irrisoriedad del hombre puesto sobre la tierra. Los sabores, los tactos, los colores, los olores y los ruidos están escritos por Pla con una prodigiosa y sensual exactitud y matización. Pla es un extraordinario evocador de ambientes, un paisajista magistral y, cuando habla de la gente, un penetrante retratista. Su lenguaje es una constante creación y no siendo un estilista posee ese don que es un estilo.
En una obra poco conocida nos cuenta que el padre de Dalí, el notario Dalí, en sus últimos años de ejercicio, quedó tan harto, tan fastidiado y destruido por la última guerra civil, que se convirtió, después de haber sido ateo, cientificista, progresista y republicano federal, en un católico, apostólico y romano de la mayor calidad. Divina progresión esa. Por cierto dos personajes que hoy serian políticamente incorrectisimos.

* El libro de Pla al que me refiero es "Obres de Museu".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que decadencia, personajes del todo superados.