22 de junio de 2007

PELIGROS DE LA VIDA SOCIAL

Dejando de lado la pérdida de tiempo, el tono de sus sentimientos se ve relajado; pierden ardor por aquellas por aquellas opiniones que deben callar en la sociedad que frecuentan: comienzan a considerar sus objetos mas elevados como irrealizables, o, al menos, de realización demasiado remota para ser algo más que una visión, o una teoría; y si, más afortunados que la mayoría, conservan intactos sus más altos principios, sin embargo, con respecto a las personas y asuntos cotidianos, adoptan insensiblemente las formas de sentir y juzgar que suponen les ganarán las simpatía de sus acompañantes.


J.S. Mill, Autobiography





* Al cerrar las paginas de Camino el presunto cura santo de Barbastro ha obrado milagro sobre mi persona, acabo de olvidar todo conocimiento de las técnicas de interpretación de los textos escritos, loados sean los billetes de quinientos euros.



No hay comentarios: